El calentamiento antes de esquiar

 

El calentamiento antes de hacer cualquier deporte es fundamental, incluso, y sobre todo, en la práctica de esquí alpino.

 

Muchas de las lesiones causadas en este deporte se deben a una mala preparación física o el enfriamiento muscular en el momento de esquiar.

 

El preparar nuestro cuerpo para la actividad principal de la sesión o incluso de la competición.

 

El calentamiento se define como el conjunto de actividades o ejercicios que se realizan previamente a una actividad física tanto muscular, cardiovascular y del aparato respiratorio.

 

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Se calienta antes de ejercer cualquier actividad por dos razones principales: En primer lugar para prepararnos físicamente, fisiológicamente y psicológicamente antes de la actividad. Y, en segundo lugar, para prevenir cualquier lesión que pueda causarse por precipitar nuestro cuerpo al ejercicio.

 

Conseguimos tres efectos clave durante el calentamiento: Principalmente, tal y como el nombre indica, calentamos la musculatura para incrementar la elasticidad y la temperatura de los músculos; activamos el sistema cardio-respiratorio y neuromuscular para estar bien preparados.

 

Empezaremos con un calentamiento general preparando bien todo el organismo. Este es válido para cualquier actividad física.

 

En primer lugar estiraremos los músculos del cuerpo para que la musculatura sea más propensa a la elasticidad y así poder realizar actividades más intensas. Es importante realizar al menos un ejercicio de estiramiento por cada parte del cuerpo.

 

En segundo lugar haremos ejercicios de movilidad articular. En esta parte se pretende calentar las articulaciones, preparándolas para una actividad más intensa que de costumbre.

 

Y, para finalizar la fase general del calentamiento, haremos ejercicios de desplazamiento. Correr, saltar, aeróbic suave, son ejemplos de desplazamiento. Esto activa el sistema cardio-vascular del individuo incrementando la motivación y la preparación psicológica.

 

Seguidamente pasaríamos al calentamiento específico para esquí. En este momento debemos centrarnos en las partes del cuerpo más utilizadas durante la actividad. Debemos tener en cuenta que llevamos las botas de esquí y, por lo tanto, los movimientos costarán un poco más de ejecutar.

 

Empezando por los tobillos haciendo redondas para fortalecer las articulaciones, recordad que debéis hacerlo con las dos extremidades. A continuación y subiendo hacia arriba movilizaremos las ingles adelantando un pie hacia delante y apoyando el talón en la nieve. Después, con un movimiento continuo y sin levantar el pie moveremos la punta hacia un lado y hacia otro.

 

En tercer lugar, agarraremos las rodillas con las manos y haremos círculos de un lado hacia otro. Sin para el movimiento haremos círculos con la cintura.

 

Seguidamente, un movimiento de fuerza con sentadillas. De este movimiento haremos 8 repeticiones para fortalecer la piernas.

 

Finalmente moveremos los brazos haciendo círculos hacia adelante y hacia atrás, de forma horizontal y con todo nuestro cuerpo.

 

Cuatro saltos bien altos para potenciar la motivación y ¡Adelante! Ya estamos preparados para empezar a esquiar con toda la seguridad de que nuestro cuerpo y mente están en forma para afrontar la actividad.

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